Bienvenidos a todos

Hola a todo el mundo aquí podeis ir dejando vuestras vivencias, incertudumbres, curiosidades o demas cosas que querais compartir, yo usaré este blog para contar todo sobre mi estancia aquí en Irkutsk.

Un beso para todo el mundo

miércoles, 29 de febrero de 2012

Una entrada chapuza (Olkhon)

LO SIENTO, pero parece ser que por querer poner tantas cosas, hay una parte que al publicarla se ha quedado con una especie de códigos raros, así que, aquí os repito la primera parte, que es la que se ve peor, y después podéis pasar a la otra a ver las fotos y seguir leyendo...

LO SIENTOOOOOOOOOOOOOOOOOOO!!!

Antes de nada, quiero advertir, que en esta entrada de blog, no vais a ver nada más que bonitas imágenes del Baikal tomadas muchas de ellas en un ambiente QUEJUMBROSO de frío, no entendimiento e incluso en ocasiones, indignación. Aun así, un viaje que merece la pena por lo que vais a ver a continuación.

El jueves pasado por la mañana (23 de febrero y, para celebrar el cumple de la Rubi y el día del hombre o día del "defensor de la patria", que conmemora la Rervolución de febrero del 17, con la que abdicó Nicolás II y terminaron las dinastías en el país), con todo preparadito, me voy a la estación.

Inicio del viaje

Para empezar bien el viaje, cojo el bus hasta el mercado y, cuando me voy a levantar para bajarme, me doy cuenta de que… ¡tengo el culo mojOlkhonado! Me había sentado en un sitio con agua. ¡Qué leche con agua, con trozos de hielo! ¿Pero cómo es posible DENTRO del bus?

El caso es que del mercado me voy con el culo congelao a la estación andando y allí me cambio de ropa. Menos mal que al ser 4 días, llevaba ropa de repuesto. El problema es que… no contaba con mearme ni nada por el estilo y no cogí pantalones térmicos de sobra… así que no me queda otra que pasar frío hasta el día siguiente que se hayan secado.

A mi reencuentro con Karina, la compañera de viaje, me deja sorprendida. ¿Cómo es posible que yo lleve un mochilón con camisetas para todos los días, ropa interior, un pantalón de sobra, chanclas para la ducha (que dice la Rubi que esas hay que llevarlas SIEMPRE), un polar, una toalla y 12kgs de ocio y ella lleve un bolsito? ¿De verdad vamos al mismo sitio? ¡Mí no entender!

Transporte y reglas de usuarios

En la marshutka que nos llevaría a destino se hace una recolocación de compas. Aquí prima la regla: los últimos serán los primeros, porque un Sr. Se ha levantado para que pasara una pareja, y le quitaron el sitio... Esas personas han debido decidir que “el buen samaritano” no tendría inconveniente en sentarse en un asiento en el que, ni aun cortándose las piernas a la altura de las inglés, le hubiera sido posible no rozarse con el de al lado. Total, él… sólo ha llegado media hora antes que esta pareja… ¿para qué va a elegir sitio? A fin de cuentas… ¿qué es un “sitio privilegiado” en la “marshutka del infierno” si lo comparas con el sentimiento de haber hecho algo en favor del prójimo? Esto, Srs., se llama ALTRUISMO, ¡sí Sr! (Reverencia a “el buen samaritano”, que se la ha ganado).

Después de una parada y 4hs de camino, llegamos al lago Baikal pero… nosotros no sólo vamos al lago, noooooooooooooooo… nosotras vamos a la Isla de Olkhon, a ver la imagen por excelencia de las postales del Baikal, y para ello, tenemos que atravesar el Baikal. ¿Cómo? Pues en otra marshutka, porque el Maloe More (mar pequeño), que es el que separa el lado occidental del Baikal de la isla de Olkhon, está congelado.

Interesantes las señales de tráfico que ponen sobre el hielo:

  • Prohibido cruzar el lago con un vehículo de más de 10T de peso
  • Prohibido ir a más de 30Kms/h
  • Tienes prioridad sobre los demás
  • Stop

Vamos, como en las carreteras normales.

En Khuzhir, el pueblo (centro histórico-Pza. Mayor)

Cuando llegamos al pueblo fantasma, no teníamos alojamiento para la primera noche y el Sr. Marshutkero nos lleva a un sitio que no está mal.

Nos damos un paseo por la naturaleza con un frío de flipar porque como tenía los pantalones térmicos mojados… pues sólo iba con unos y era un día de invierno, invierno con un aire bastante traicionero.

Una vez más, pude ver cómo a la entrada de una zona arbolada no había más que basura y es que… lo que es la conciencia ecológica en Rusia… deja MUCHO que desear.

De todas formas, el paseo fue chulo.

Tras un buen rato de vuelta, decidimos volver a casa que, aunque según Karina la vuelta siempre es más corta, nosotras que no sabíamos ni por dónde nos las andábamos, nos llevó creo que el doble de tiempo. Además tuvimos la suerte de encontrarnos con un maravilloso perro que sólo hacía meterse entre las piernas y mordernos los pantalones (a mí, entre ese momento y otros 2 más que le vimos en nuestra estancia en Khuzhir, la ciudad principal de esta isla de Olkhon), creo que me pilló chicha 3 veces.

El caso es que, llegó la hora de la cena, porque claro, les dijimos a los Sres. Que queríamos cenar y, llega el gran momento:

Comer

Nos pusieron pescado y… ¿es posible que Karina no se sepa limpiar el pescado? De verdad que, por cómo “atacó” el omul (que es como comer trucha), yo diría que no sabía, porque en vez de separar la carne de la raspa central, claro, pinchó una vez y dijo que no quería más, que tenía muchas raspas… Joder, ¡claro! Vamos, que le limpié el pescado yo…

En este momento me acordé (y además agradezco públicamente a mis padres por esto), de mis momentos con la comida cuando era pequeña. Esos momentos traumáticos en los que o comías o comías y no te levantabas de la mesa hasta que hubieras terminado del todo y, bueno… esa era la mejor opción porque… si llegaba la absolución… eso significaba que te librabas de la comida en el momento, que ibas a ayunar hasta la cena y que, el mismo plato que no te habías tomado para comer, te esperaba para cenar. Pero vamos que, por lo menos ahora puedo decir que, si me ponen omul de comer, no voy a rechistar y voy a saber cómo limpiarlo.

El baño en este lugar, también era curioso. Tenía retretes de los buenos (de los buenos significa de los nuestros), pero no tenía ducha…

El banya, la ducha

El hombre, dado que estamos en el medio rural y esto no es algo nuevo, nos ofreció un banya (sauna), que se podría decir, que era el sustitutivo del baño… Como digo, esto no es nada nuevo pero… me sorprendió el hecho de usar la sauna como sustituto de la ducha. Nunca lo había pensado y, a lo mejor es que es por mi falta de conocimiento en cuanto a los aspectos beneficiosos que aporta el banya que yo pienso así pero… ¿de verdad la gente se mete allí a sudar a chorros, se seca con la toalla los 20litros de sudor que ha echado por el cuerpo y se pone la ropa limpia? Yo no lo concibo… a mí esto me suena a lo mismo que el que se va al gimnasio y después se echa colonia para evitar el agua.

Que yo sé que uno debe ducharse todos los días, pero… a ver si de puro frío que he pasado no he sudado ni una gota y me voy a meter a la sauna. Que yo creo que después del banya, ¡uno tiene que salir oliendo! Así que, con respecto a este tema, preferí esperar. Al día siguiente cambiábamos de alojamiento y con suerte, SÍ tendríamos baño.

Después de la cena, salimos a comprar a la tienda algo para la excur del día siguiente y, llegó el dilema. Que a estas alturas ya no sé ni por qué digo que llegó el dilema, porque TODOS los momentos parecen ser una auténtica Odisea…

La compra

La salida del día siguiente consistía en 5-6hs en el hielo (11 a 16-17hs), por lo que yo ante esto, me prepararía de la siguiente manera: buena ropa, parches calientamanos y pies de la Rubi, cámara de fotos y comida reponefuerzas (porque va a hacer frío) por lo que, es necesaria dicha compra.

  • ¿Qué tenemos? Yo nada y Karina queso.
  • ¿Qué nos falta? Yo estoy totalmente convencida de que en una salida semejante, nos hacen falta CALORÍAS, las cuales podemos sacar de: carne (aquí mucho más viable el embutido), chocolate y frutos secos.

Volvimos más tarde de lo previsto, después de 7hs de excursión y, a la que nos volvíamos al punto de partida, nos dijo el hombre que nos teníamos que dar la vuelta, que nos íbamos por tierra. Habíamos encontrado agua en el camino.Eso es lo más interesante del día.

Alojamientos

Al día siguiente, nos fuimos de nuestro alojamiento sin ducha (con un riñón y un ojo menos) a nuestro nuevo alojamiento.

¿Por qué con un riñón y un ojo menos? Porque el Sr. Que nos había tirado los trastos desde nuestra llegada para que nos quedáramos allí, tratándonos de seducirnos con un superprecio más barato que el del lugar al que íbamos, al decirle que no nos interesaba, pues se le olvidaron sus palabras y donde había dicho digo, dijo Diego. El caso es que, si allí nos iba a salir más barato, terminó cobrándonos 300Rbs más con una comida menos. Debió pensar que si no nos iba a volver a ver el pelo, por lo menos sacaría beneficio…

Este era el nuevo alojamiento (lo más turístico del lugar):

Aquí en la otra entrada hay unas fotos del alojamiento.
SEGUID POR AHÍ.


Lo siento otra vez...

lunes, 27 de febrero de 2012

Olkhon

Antes de nada, quiero advertir, que en esta entrada de blog, no vais a ver nada más que bonitas imágenes del Baikal tomadas muchas de ellas en un ambiente QUEJUMBROSO de frío, no entendimiento e incluso en ocasiones, indignación. Aun así, un viaje que merece la pena por lo que vais a ver a continuación.

El jueves pasado por la mañana (23 de febrero y, para celebrar el cumple de la Rubi y el día del hombre o día del "defensor de la patria", que conmemora la Rervolución de febrero del 17, con la que abdicó Nicolás II y terminaron las dinastías en el país), con todo preparadito, me voy a la estación.

Inicio del viaje

Para empezar bien el viaje, cojo el bus hasta el mercado y, cuando me voy a levantar para bajarme, me doy cuenta de que… ¡tengo el culo mojOlkhonado! Me había sentado en un sitio con agua. ¡Qué leche con agua, con trozos de hielo! ¿Pero cómo es posible DENTRO del bus?

El caso es que del mercado me voy con el culo congelao a la estación andando y allí me cambio de ropa. Menos mal que al ser 4 días, llevaba ropa de repuesto. El problema es que… no contaba con mearme ni nada por el estilo y no cogí pantalones térmicos de sobra… así que no me queda otra que pasar frío hasta el día siguiente que se hayan secado.

A mi reencuentro con Karina, la compañera de viaje, me deja sorprendida. ¿Cómo es posible que yo lleve un mochilón con camisetas para todos los días, ropa interior, un pantalón de sobra, chanclas para la ducha (que dice la Rubi que esas hay que llevarlas SIEMPRE), un polar, una toalla y 12kgs de ocio y ella lleve un bolsito? ¿De verdad vamos al mismo sitio? ¡Mí no entender!

Transporte y reglas de usuarios

En la marshutka que nos llevaría a destino se hace una recolocación de compas. Aquí prima la regla: los últimos serán los primeros, porque un Sr. Se ha levantado para que pasara una pareja, y le quitaron el sitio... Esas personas han debido decidir que “el buen samaritano” no tendría inconveniente en sentarse en un asiento en el que, ni aun cortándose las piernas a la altura de las inglés, le hubiera sido posible no rozarse con el de al lado. Total, él… sólo ha llegado media hora antes que esta pareja… ¿para qué va a elegir sitio? A fin de cuentas… ¿qué es un “sitio privilegiado” en la “marshutka del infierno” si lo comparas con el sentimiento de haber hecho algo en favor del prójimo? Esto, Srs., se llama ALTRUISMO, ¡sí Sr! (Reverencia a “el buen samaritano”, que se la ha ganado).

Después de una parada y 4hs de camino, llegamos al lago Baikal pero… nosotros no sólo vamos al lago, noooooooooooooooo… nosotras vamos a la Isla de Olkhon, a ver la imagen por excelencia de las postales del Baikal, y para ello, tenemos que atravesar el Baikal. ¿Cómo? Pues en otra marshutka, porque el Maloe More (mar pequeño), que es el que separa el lado occidental del Baikal de la isla de Olkhon, está congelado.

Interesantes las señales de tráfico que ponen sobre el hielo:

  • Prohibido cruzar el lago con un vehículo de más de 10T de peso
  • Prohibido ir a más de 30Kms/h
  • Tienes prioridad sobre los demás
  • Stop

Vamos, como en las carreteras normales.

En Khuzhir, el pueblo (centro histórico-Pza. Mayor)

Cuando llegamos al pueblo fantasma, no teníamos alojamiento para la primera noche y el Sr. Marshutkero nos lleva a un sitio que no está mal.

Nos damos un paseo por la naturaleza con un frío de flipar porque como tenía los pantalones térmicos mojados… pues sólo iba con unos y era un día de invierno, invierno con un aire bastante traicionero.

Una vez más, pude ver cómo a la entrada de una zona arbolada no había más que basura y es que… lo que es la conciencia ecológica en Rusia… deja MUCHO que desear.

De todas formas, el paseo fue chulo.



[endif]

Tras un buen rato de vuelta, decidimos volver a casa que, aunque según Karina la vuelta siempre es más corta, nosotras que no sabíamos ni por dónde nos las andábamos, nos llevó creo que el doble de tiempo. Además tuvimos la suerte de encontrarnos con un maravilloso perro que sólo hacía meterse entre las piernas y mordernos los pantalones (a mí, entre ese momento y otros 2 más que le vimos en nuestra estancia en Khuzhir, la ciudad principal de esta isla de Olkhon), creo que me pilló chicha 3 veces.

El caso es que, llegó la hora de la cena, porque claro, les dijimos a los Sres. Que queríamos cenar y, llega el gran momento:

Comer

Nos pusieron pescado y… ¿es posible que Karina no se sepa limpiar el pescado? De verdad que, por cómo “atacó” el omul (que es como comer trucha), yo diría que no sabía, porque en vez de separar la carne de la raspa central, claro, pinchó una vez y dijo que no quería más, que tenía muchas raspas… Joder, ¡claro! Vamos, que le limpié el pescado yo…

En este momento me acordé (y además agradezco públicamente a mis padres por esto), de mis momentos con la comida cuando era pequeña. Esos momentos traumáticos en los que o comías o comías y no te levantabas de la mesa hasta que hubieras terminado del todo y, bueno… esa era la mejor opción porque… si llegaba la absolución… eso significaba que te librabas de la comida en el momento, que ibas a ayunar hasta la cena y que, el mismo plato que no te habías tomado para comer, te esperaba para cenar. Pero vamos que, por lo menos ahora puedo decir que, si me ponen omul de comer, no voy a rechistar y voy a saber cómo limpiarlo.

El baño en este lugar, también era curioso. Tenía retretes de los buenos (de los buenos significa de los nuestros), pero no tenía ducha…

El banya, la ducha

El hombre, dado que estamos en el medio rural y esto no es algo nuevo, nos ofreció un banya (sauna), que se podría decir, que era el sustitutivo del baño… Como digo, esto no es nada nuevo pero… me sorprendió el hecho de usar la sauna como sustituto de la ducha. Nunca lo había pensado y, a lo mejor es que es por mi falta de conocimiento en cuanto a los aspectos beneficiosos que aporta el banya que yo pienso así pero… ¿de verdad la gente se mete allí a sudar a chorros, se seca con la toalla los 20litros de sudor que ha echado por el cuerpo y se pone la ropa limpia? Yo no lo concibo… a mí esto me suena a lo mismo que el que se va al gimnasio y después se echa colonia para evitar el agua.

Que yo sé que uno debe ducharse todos los días, pero… a ver si de puro frío que he pasado no he sudado ni una gota y me voy a meter a la sauna. Que yo creo que después del banya, ¡uno tiene que salir oliendo! Así que, con respecto a este tema, preferí esperar. Al día siguiente cambiábamos de alojamiento y con suerte, SÍ tendríamos baño.

Después de la cena, salimos a comprar a la tienda algo para la excur del día siguiente y, llegó el dilema. Que a estas alturas ya no sé ni por qué digo que llegó el dilema, porque TODOS los momentos parecen ser una auténtica Odisea…

La compra

La salida del día siguiente consistía en 5-6hs en el hielo (11 a 16-17hs), por lo que yo ante esto, me prepararía de la siguiente manera: buena ropa, parches calientamanos y pies de la Rubi, cámara de fotos y comida reponefuerzas (porque va a hacer frío) por lo que, es necesaria dicha compra.

  • ¿Qué tenemos? Yo nada y Karina queso.

    ¿Qué nos falta? Yo estoy totalmente convencida de que en una salida semejante, nos hacen falta CALORÍAS, las cuales podemos sacar de: carne (aquí mucho más viable el embutido), chocolate y frutos secos.

Volvimos más tarde de lo previsto, después de 7hs de excursión y, a la que nos volvíamos al punto de partida, nos dijo el hombre que nos teníamos que dar la vuelta, que nos íbamos por tierra. Habíamos encontrado agua en el camino.Eso es lo más interesante del día.

Alojamientos

Al día siguiente, nos fuimos de nuestro alojamiento sin ducha (con un riñón y un ojo menos) a nuestro nuevo alojamiento.

¿Por qué con un riñón y un ojo menos? Porque el Sr. Que nos había tirado los trastos desde nuestra llegada para que nos quedáramos allí, tratándonos de seducirnos con un superprecio más barato que el del lugar al que íbamos, al decirle que no nos interesaba, pues se le olvidaron sus palabras y donde había dicho digo, dijo Diego. El caso es que, si allí nos iba a salir más barato, terminó cobrándonos 300Rbs más con una comida menos. Debió pensar que si no nos iba a volver a ver el pelo, por lo menos sacaría beneficio…

Este era el nuevo alojamiento (lo más turístico del lugar):


Ese mismo día, era el de la excur por el hielo. Íbamos el conductor, un ruso, una pareja de franceses (por lo menos hablé un poco con ellos en su idioma), su guía y nosotras.

Salimos con la marshutka atravesando el hielo e hicimos nuestra primera parada en un islote cercano, donde andamos un rato, vimos la arquitectura de hielo:


Y nos fuimos a tierra a ver la isla desde más lejos


Hicimos varias paradas en distintas partes del lado occidental de la isla de Olkhon, hasta llegar al final del Maloe More y vimos cosas como estas:



Al final en la propia excur nos daban de comer, así que no tuvimos que recurrir a nuestras provisiones.

El conductor nos iba contando algunos detalles de la zona, como por ejemplo que hay algunos pueblos de la isla a los que no había llegado la electricidad hasta hace 3 años y, este comentario, provocó la reacción de la francesa: - ¿Cómo se puede vivir sin electricidad? ¿Sin poder pasar el aspirador o sin poder planchar? (Mmmmmmm… ¿pero esta mujer qué dice? Si ella tiene alrededor de 60 años y, yo no sé en qué entorno se habrá criado ella o si es que en Francia este tipo de progreso llegó milenios antes, pero… si me apuras… su propia madre ha tenido que vivir algo así… Además, ¿es posible echar de menos lo que nunca has tenido y si me apuras, lo que ni siquiera sabes que existe?)
Pues eso, que el paseo fue muy chulo.





Algunas fotos del suelo, de la profundidad de las grietas del hielo (la segunda foto, metiendo la cámara en la propia grieta).


Para una imagen más nítida, la foto. Para el sonido del crujir del hielo, el vídeo.


El sábado teníamos previsto ir con alguna gente que estaba alojada en el mismo sitio que nosotros de excur, pero al final nos dejaron tiradas (decidieron volverse a casa antes).

Paseo por la isla, perro entra en el lote


Decidimos hacer una ruta de las que había por el Baikal (Karina quería una de 6hs) y yo pensé que... ya veríamos... Nos pusimos a andar y durante todo el tiempo, tuvimos a un perro con nosotras. Un perro ni suyo, ni mío, ni de nadie, un perro de la calle. Donde yo hubiera pensado normal ignorarle para evitar que nos persiguiera todo el rato, parece ser que a Karina, que le gustan mucho los perros (deduje además porque luego me preguntó que si a mí no me gustaban los perros –hagamos un INCISIVO, como diría la Esteban: vamos a ver, no es que no me gusten los perros, pero es que, es un perro callejero y no sabes por dónde te va a salir). El caso es que, a ella que sí le gustan, decidió que sería un buen compañero en la excursión, aunque a medida que pasaba el tiempo (6hs que estuvimos de paseo), me iba dando cada vez más cuenta de que, ni el perro era una buena compañía, ni Karina tenía ni zorra de lo que significa irte al monte siberiano en un febero de invierno (y que lo tenga que decir una española…).

Después de andar una hora y alcanzar nuestro primer objetivo, decidimos subir una montañita (Pico Grande +/-) y, al final del camino, decidimos qué hacer, seguir andando, volver...


A todo esto, mientras el perro se iba encarando y provocando a todo lo que se encontraba (vacas, caballos y demás perros), Karina mostraba una mayor confianza con él: le acariciaba, saltaba y corría con él, le alimentaba...

Habíamos salido del pueblo (yo con la esperanza de volver no demasiado tarde) y llevábamos como únicas provisiones para el paseo y para las dos: 0.3 cl de agua (interesante que se nos congeló en el camino), 2 bolsas de ese snak ruso del que ya os he hablado, el paquete de pan de molde, 4 quesitos y una tableta de chocolate.

Escena del chocolate

Como anécdota interesante, tengo que contar, que, si bien la noche anterior la compa me había dicho a tono reproche “has cenado y ahora te vas a comer el chocolate”, porque me cogí un cuadrito porque el té estaba muy fuerte y me había dejado mal sabor de boca, en este paseo entendí, cuál era el verdadero destino del chocolate. El único aporte calórico que teníamos para un paseo con inicio y sin fin definido, ella decidió dárselo al perro. Creo que el perro se comió la mitad del chocolate que llevábamos, más la mitad del pan. En fin, que no es que yo sea partidaria del “ramadán canino”, pero es que, me indignó MUCHO, que no me pueda yo comer un cuadradito de chocolate porque ella se lo vaya a dar al perro. (Además, y volviendo atrás, si me sale del pie me como todo el chocolate. ¿Y qué pasa si me lo como? Pues al día siguiente si hace falta más, se compra, y ya está. Y si no lo compro yo, si lo que le molesta es que me lo coma yo sola…) De verdad que chocolate no sé, pero creí comer nieve del desencaje de mandíbula que tenía con tanta sorpresa en este viaje.

Como iba diciendo, teníamos que decidir cuál sería el siguiente paso. A karina le temblaban las piernas, pero quería seguir andando, así que descansamos un poco y continuamos durante algún tiempo, hasta que, pasadas unas 4hs, yo le dije a Karina, al proponerme seguir otra subida montañil, que no (yo no me voy a ninguna parte con
2 rebanadas de pan, 1 quesito, 0.05cl de agua y una Karina a la que le tiemblan las piernas. Y menos sabiendo que es bastante propensa a desmayarse). De verdad que, como pasa siempre, yo no sé si soy muy confiada o qué pasa, pero es que no entiendo nada. ¿Es que alguien piensa que se puede seguir así por la nieve, por las montañas con el frío que hace ahí arriba con provisiones como éstas? No sé, que me llamen “cagada”, “tragona” o lo que les salga del pie, pero a mí me parece una cuestión de PRECAUCIÓN. No me parece que una persona en su sano juicio haga algo como lo que estábamos haciendo nosotras...

A la vuelta al pueblo, muy a pesar de Karina y para contribuir con la imagen que ya estaba dando, le dije, que eran ya las 16.30hs y que yo, quería comer (qué se le va a hacer si a mí con un sándwich de queso y 3 cuadritos de chocolate, no me llega desde el desayuno… hasta las 16.30hs). Normalmente, cuando he quedado con Karina
en Irkutsk, nos hemos tomado algo, y no he dado esta imagen (yo creo), pero normalmente creo que es así, porque es ella la que come. Tengo que decir en su defensa que, por lo general, la mayor parte de las rusas, que yo haya visto por lo menos en la universidad, no comen demasiado y es algo que yo no entiendo. Si vas a la cafetería de la uni entre las 13-15hs, es probable que veas la cafete llena de gente (sobre todo las chicas), que se toman un dulce con un té, y ya está. Yo no sé a qué hora desayunan estas chicas o comen y qué desayunan ni comen ni nada de eso, pero... de verdad que, también en la cátedra, veo mucho de esto: “mucha tarta y poco filete”. No sé si creen que es más caro pero... yo en la uni a veces como por 60Rbs y, un trozo de tarta, te vale 40...

Como decía, cuando normalmente he salido con ella, ella come cualquier cosa dulce (normalmente) o comida rápida y yo, después de un día que acepté porque ya hasta me sentía mal de que comiera sola, decidí que... ¡pasando! Si es que a mí no me gusta la fritanga, si es que yo ceno más tranquilamente una ensaladita en casa... El caso es que fuimos a buscar algún sitio dónde comer al pueblo fantasma y empezaron los problemas porque, K
arina no es que coma poco, que también, es que en variedad, me da la sensación de que tenemos un problema.

Bueno, pues después de rechazar el intento de entrar en 2-3 sitios (mientras el chucho seguía con nosotras buscando pelea con otros perros, hasta el punto de vernos las 2 entre los 2 perros en pelea), decidimos ir a una tiendecita a comprar algo y... ¿el qué? Como en el alojamiento se suponía que se había pasado la hora de la comida y no sabíamos si estaría abierto, estas fueron las propuestas:
  • Yo – carne y sopa
  • Ella – sopa (porque total, la cena era a las 19hs)
La verdad, que me puso cara rara cuando dije que yo, además de la sopa, quería un paquete de cacahuetes (era poco más que una bolsa de conguitos) y UNA salchicha. No sé, que me perdone DIOS si quiero prevenir porque es que, si el restaurante no estaba abierto, no teníamos agua caliente (necesaria para hacer la sopa) y no comeríamos nada hasta las 19hs. Después de un desayuno a las 10hs y 6hs de paseo por la calle, me parece a mí que no era tanto pedir... Además, si yo ya comeré lo que quiera, ella que se compre otra cosa o que lo pague aparte o lo que sea, que no hay problema porque, me dio la sensación de que el dinero era un problema.

El dinero

Al final compramos todo eso y zumo para ella y, como siempre me pasa con el dinero con los rusos, tengo problemas, porque se deben pensar que soy rica... El día anterior tuve que decir que teníamos que echar cuentas porque la compa había pagado una compra común de 150Rbs y, al pagar el alojamiento, no se sí por accidente, no me devolvió los 600Rbs de vueltas que me correspondían, así que necesitaba una excusa para recuperar esos 500Rbs que me debían. En esta segunda compra pagada por mí (140Rbs), Karina me dio 50. Y yo entiendo que todo esto son gilipolleces (o no), pero... ¿por qué me obligan a invitarles? ¿Es tan raro pensar que las cosas de las 2 se pagan entre las 2?

Ella con la primera compra me había dicho que no le diera nada, pero es que yo no quiero, no quiero no darle lo que le corresponde porque luego me veo en situaciones como esta, situaciones en las que ella pone 100 y yo me veo poniendo 600! Y no me importa invitar a la gente de vez en cuando, pero por aquí es imposible, porque te ves obligada y eso hace que no me salga! Te invito a la compra, si te digo que te invito a ella, pero no me impongas tú que te pague tus cosas!

A la que salíamos de la tienda, el perro seguía esperándonos y... ¿qué pasó? Que al oler comida, el perro quería comida... se me subió encima (no era un perro pequeño), me ladró y se puso agresivo, así que, se comió él los cacahuetes...

Lo mejor fue el comentario de Karina. Fue algo como que estaba cansada del perro. ¿PERDONA? Pensé que me estaba vacilando, la verdad... sobre todo cuando a ese comentario le siguió un: mi perro es más comprensivo que este... Aquí ya no me pude morder la lengua y le dije un: “A lo mejor tu perro no tiene necesidades” que yo creo que le dejó clara mi opinión s
obre el tema perro. Pero vamos a ver... que es un perro de la calle, que no sabes de dónde viene, si tiene dueño o si no ha comido hace un mes, y por eso mismo, creo yo, que no se le debe prestar atención, porque ahora se porta muy bien pero después, si no le quieres dar comida, si le niegas la comida que le llevas dando durante 6hs, lo mismo te pega un mordisco y te pega hasta yo qué sé qué.

Al final no tuvimos problema en comer ni en nada, porque la chica del restaurante era muy maja y nos dio las sobras del día.

La imagen-postal del Baikal





Por la tarde yo me fui a ver la imagen-postal del Baikal mientras la compa dormía y, después de la cena, un paseo corto y a dormir.

El último día no hicimos nada más que recoger y de vuelta a Irkutsk, aunque esta vez, fuimos por tierra la mayor parte del tiempo y, otra vez más, mientras yo comía una sopa y la salchicha que me había ahorrado del día anterior (reconozco que me compré una chocolatina),
Karina se compró la chocolatina más grande de la tienda y se comió el snak de pan tostado.

En conclusión, que tengo que pasar más de la gente y actuar un poco más por independiente, porque a veces me preocupo demasiado y eso hace que se me nuble el día, y me enturbie experiencias como la de salir un finde a ver cosas porque no disfruto de lo que me rodea, que en este caso, a nivel naturaleza, era impresionante.

Y con esto, paños de lágrimas, termino hasta el próximo día.

Un besete para todos,

Глория


PD: cuando en casa le conté a Alessandra la experiencia, me preguntó si no era con esta chica con la que había planeado ir a China 2 semanas. La verdad es que, a lo mejor yo me frustré un poco con esto, pero, con comprar por independiente se termina el problema y ya está. Estoy segura de que en China no me hubiese pasado algo ni parecido porque no hubiese aguantado comer así y desde bien pronto me habría desvinculado en ese aspecto de ella pero como parece que eran sólo 3 días, pues uno siempre piensa que qué necesidad hay de discutir por algo como esto. En fin, que luego me dice que es que soy complicada... ¡Que dios me de paciencia!

PD2: si alguien quiere practicar su inglés, aquí os dejo el link del blog de Dani: http://ayearofsnow.blogspot.com/
Ahí encontraréis algo de ambiente en esa semana de Maslenitsa que yo pasé en Olkhon porque, parece que por las cercanías de Irkutsk, sí que se celebró de alguna manera.