Mmmmmmmm… mi última semana no ha sido muy allá, bueno, aparte de una secretaria que de repente se interesa por las personas con las que me junto y que me ha aceptado al facebook… En fin, que esta vez espero no extenderme mucho en esta entrada.
Clases
He empezado a dar clases a una chica que quiere presentarse a un examen en mayo. Para mí la verdad que bastante cómodo porque sólo tengo que hablar… Así, que bueno… ya veremos.
Con respecto a las clases de la uni… he hecho un cambio de horario con una profa, y creo que a partir de ahora tendré libres también los lunes, ¡yujuuuuuu!
Además, los 5º terminan entre la semana pasada y esta, así que, si no me hacen muchas modificaciones en el horario… probablemente, tampoco tenga que trabajar los miércoles… No sé si no me voy a terminar aburriendo… Lo mismo paso a trabajar 3 días a la semana…
En fin, así me pongo en condiciones con el ruso ese que iba a estudiar en casa… que me había propuesto esto: 4 libros de texto + 1extra + 1 gramática, y creo que no me va a dar tiempo… porque sólo llevo 3 de texto y 400/500 págs del de gramática y empezamos ya con el buen tiempo...
Y aquí os presento mis cuadernos, todo a lo ruso.
Lo mejor es que, detrás de los cuadernos, en la contraportada, está impreso… ¡el himno nacional! ¡¡¡FLIPA!!!
Pensiones en Rusia
Parece ser, y según la información que me dio una profa esta semana pasada, en la cátedra hay más de una, de 2 y de 3, que son pensionistas… y, pensando un poco sobre esto… ¿es posible ser pensionista y estar trabajando? ¡Pues aquí SÍ lo es!
Parece ser que esto es bastante común… Hay muchas profas que cobran su pensión (que después de hablar con Alessandra debe ser una auténtica MISERIA) y, además, continúan trabajando y, por tanto, cobrando su salario mensual correspondiente. Y digo yo, que me inflo a decir cosas, como veis, esta se la dedico a la amiga Kate: - ¡Eso no es progreso! Esta gente se está beneficiando de las pensiones del estado mientras está trabajando (esto sí que es trabajar para pagarse la pensión…) o, lo que es peor, ¡está contribuyendo a aumentar el paro!
Ya tenía noticias de esto desde el pasado junio-julio, cuando, estando con aquella familia tan hospitalaria en la que caí, la mujer me decía que ella era pensionista pero seguía trabajando y, además, cobraba un plus del 50% de su sueldo para ayuda para medicamentos (por ese estudio que se había hecho y en el que se revelaba que las temperaturas de la región de Yakutia eran muy nocivas para la salud, y se ofrecía esta pequeña junto con la pensión correspondiente…).
Aun así esto, no deja de sorprenderme…
!!! Que conste, que no sé con qué tipo de trabajo ocurre esto... o si es sólo entre funcionarios o qué...
Concierto
En la cátedra me dijeron que había un concierto de la gente que vino al festival Espaliano de la uni, de la gente que estudia en una academia de interpretación y me preguntaron que si quería ir a verlo… La verdad es que, cuando me lo preguntó la secre… no sabía que decir porque no sabía si me apetecía mucho pero bueno… parece que iba más gente de la cátedra y me animé a ir con ellas.
Torrijas
¡To-rri-jas, TO-RRI-JAS!
Y por esta santa semana que nos viene, ¡TORRIJAS! (Creo que esto fue lo más destacado del domingo).
Aunque había perdido el papel donde tenía apuntada la receta, con la llamada de la familia, la recuperé.
Como no tenía una bandeja, fui a pedírsela a Dani y ya de paso le capté. También decidí preparar leche gorda (de esa que tanto le gusta al amigo Álex), pero no me daban las manos, así que, al final Dani, que no tenía intención más que de mirar, ¡le tocó pringar!
La verdad que salieron MUY bien. Estaban bueníiiiiiiiiiisimas! Y es que, de verdad que los dulces de semana santa son los mejores. Ni roscón de reyes, ni turrones, ni huesos de santo ni nada de nada, ¡TORRIJAS!
Con la leche gorda no tuve tanta suerte… No deshice la harina antes de añadirla al agua hirviendo y… en vez de leche gorda parece más bien LECHE TUBERCULOSA, de todos los grumos que tiene…
El caso es que el sabor no es malo, pero… no es lo que debería, NI MUCHO MENOS…
Clases
He empezado a dar clases a una chica que quiere presentarse a un examen en mayo. Para mí la verdad que bastante cómodo porque sólo tengo que hablar… Así, que bueno… ya veremos.
Con respecto a las clases de la uni… he hecho un cambio de horario con una profa, y creo que a partir de ahora tendré libres también los lunes, ¡yujuuuuuu!
Además, los 5º terminan entre la semana pasada y esta, así que, si no me hacen muchas modificaciones en el horario… probablemente, tampoco tenga que trabajar los miércoles… No sé si no me voy a terminar aburriendo… Lo mismo paso a trabajar 3 días a la semana…
En fin, así me pongo en condiciones con el ruso ese que iba a estudiar en casa… que me había propuesto esto: 4 libros de texto + 1extra + 1 gramática, y creo que no me va a dar tiempo… porque sólo llevo 3 de texto y 400/500 págs del de gramática y empezamos ya con el buen tiempo...
Pensiones en Rusia
Parece ser, y según la información que me dio una profa esta semana pasada, en la cátedra hay más de una, de 2 y de 3, que son pensionistas… y, pensando un poco sobre esto… ¿es posible ser pensionista y estar trabajando? ¡Pues aquí SÍ lo es!
Parece ser que esto es bastante común… Hay muchas profas que cobran su pensión (que después de hablar con Alessandra debe ser una auténtica MISERIA) y, además, continúan trabajando y, por tanto, cobrando su salario mensual correspondiente. Y digo yo, que me inflo a decir cosas, como veis, esta se la dedico a la amiga Kate: - ¡Eso no es progreso! Esta gente se está beneficiando de las pensiones del estado mientras está trabajando (esto sí que es trabajar para pagarse la pensión…) o, lo que es peor, ¡está contribuyendo a aumentar el paro!
Ya tenía noticias de esto desde el pasado junio-julio, cuando, estando con aquella familia tan hospitalaria en la que caí, la mujer me decía que ella era pensionista pero seguía trabajando y, además, cobraba un plus del 50% de su sueldo para ayuda para medicamentos (por ese estudio que se había hecho y en el que se revelaba que las temperaturas de la región de Yakutia eran muy nocivas para la salud, y se ofrecía esta pequeña junto con la pensión correspondiente…).
Aun así esto, no deja de sorprenderme…
!!! Que conste, que no sé con qué tipo de trabajo ocurre esto... o si es sólo entre funcionarios o qué...
Concierto
En la cátedra me dijeron que había un concierto de la gente que vino al festival Espaliano de la uni, de la gente que estudia en una academia de interpretación y me preguntaron que si quería ir a verlo… La verdad es que, cuando me lo preguntó la secre… no sabía que decir porque no sabía si me apetecía mucho pero bueno… parece que iba más gente de la cátedra y me animé a ir con ellas.
Basura floreciente
Una profa y yo nos ponemos de acuerdo en algo: - la primavera aquí es FEA. Y es entonces cuando la profe dice: - claro, es que… sale de debajo toda la basura…
Y yo pienso: - claro, la basura sale porque está, que no es que haya salido de la nada o brote de la tierra como las flores en primavera, noooooooooooooooo. Si la gente es cerda y todo lo tira al suelo, pues claro, durante el invierno no se ve, pero en la primavera, ¡esto parece el vertedero municipal!
Días de MIERDA
Si en la vida hay días y días… (días buenos y días malos), parecen salirse de la norma algunos días surgidos para arruinarte la existencia y, días como ese, fue para mí el sábado. El sábado fue lo que se llama un auténtico “¡DÍA DE MIERDA!”
Me levanté muy pronto y me puse a estudiar un rato antes de poner en marcha el SUPER PLAN de la semana. Hacía ya tiempo que una profa me había dicho que tenía una amiga que participaba en carreras de perros con trineos y el sábado, había programada una en una zona de Irkutsk que, finalmente, no se celebró por falta de nieve pero, fue trasladada a Listvjanka.
Íbamos a ir la profa, la secre y yo, pero la amiga de la profa no participaba y la profa pasaba de ir, así que, después de semanas diciendo que quería ir, cuando me preguntaron que si iría con la secre en caso de que ella fuera (últimamente todo parece vincularme a ella), no podía negarme.
Quedamos a las 10.30 y a las 10hs recibí un sms diciendo que llegarían un poco más tarde.
Después otro en el que me comunicaban que “había un problema con el coche”. Y aquí, yo, en casa esperando, me vi dándoles ánimos telepáticamente al estilo Carlos Sáinz con su “trata de arrancarlo, por dios!!” Pero, como le pasó a él en aquella ocasión, nosotros, tampoco fuimos capaces de llegar a la meta.
En ese momento pensé en elaborar otro plan y, al mirar por la ventana… ¡qué DEPRESIÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOON! Caía lo que nosotros llamamos, o al menos yo lo voy a llamar así, “agua-nieve” (porque este es un término que a mí me gusta mucho. Si no sabes lo que es, entonces utilizas este “agua-nieve” y seguro que no te equivocas… ¡algo de eso será!) El caso es que era un día “potencialmente deprimente” y yo, que tenía un plan ya irrealizable, me indigné: -“¿Es que en esta ciudad el alcalde no ha incluido en su programa electoral “SOL para los FINDES DE SEMANA? ¿Qué clase de gente habría de votarle entonces? O… ¿será Putin quién no autoriza?”
En fin, que se mascaba la amarga tragedia, así que yo, huyendo de ella como de los jinetes del apocalipsis, me volví a meter en la cama a ver si con suerte, después de una siesta matutina, me levantaba haciendo un día resplandeciente. NO funcionó, por supuesto. Así que siendo la hora de la comida, preparé alguna cosa, comí mientras vi una peli, me duché y decidí ir a ver un museo. (Cuando no hace tiempo de calle, pensé yo, un museo no es tan mala opción).
Cuando llegué al museo eran las 17.30hs y pensé: -“en hora y media seguro que me da tiempo a verlo…”. En hora y media sí pero… cerrando a las 18… Vamos, que decidí que no merecía la pena y pospuse la visita a otro día. Parecía estar TODO en mi contra, pero yo no me di por vencida.
Al lado del museo había una placita, así que me dirigí allí a imitar a los lugareños. Encontré un banco libre y allí que me senté. Saqué mi libro y me puse a leer. Pasados 5 minutos (a lo sumo), empecé a dejar de sentir las manos y vi que mis uñas había cobrado cierto color violáceo… y, entonces y sólo entonces, me acordé: - “Gloria, ¡que tú NO eres rusa!” Por un momento se me había olvidado… Allí que había plantado el culo en el banco, a 3ºC. Que vale que es temperatura positiva pero… ¿¡dónde vas alma de pollo!? ¿Qué pretendías? ¡¡Que son 3, no 23 los grados que hacían en la calle!!
En fin, que aunque indignada por la imposibilidad de no ser capaz de sacar adelante ningún plan, decidí no desistir. No quería estar en casa… era sábado, ¡SÁ-BA-DOOOOOOOO! Y me fui a tomar algo mientras leía mi libro (porque leer es algo que uno en casa no puede hacer…). Entonces yo, que siempre he dicho: - “¡Qué triste esa gente que se van solos a tomar algo…!” me di cuenta de que a lo mejor yo no me diferenciaba tanto de ellos… y, total, tras tanta desesperación, la verdad que no me importó demasiado porque pensé que, ese plan tan triste que yo estaba llevando a cabo, ese plan tan desesperado como la canción de Neruda, ¡era PERFECTO para UN DÍA DE MIERDA!
Una profa y yo nos ponemos de acuerdo en algo: - la primavera aquí es FEA. Y es entonces cuando la profe dice: - claro, es que… sale de debajo toda la basura…
Y yo pienso: - claro, la basura sale porque está, que no es que haya salido de la nada o brote de la tierra como las flores en primavera, noooooooooooooooo. Si la gente es cerda y todo lo tira al suelo, pues claro, durante el invierno no se ve, pero en la primavera, ¡esto parece el vertedero municipal!
Días de MIERDA
Si en la vida hay días y días… (días buenos y días malos), parecen salirse de la norma algunos días surgidos para arruinarte la existencia y, días como ese, fue para mí el sábado. El sábado fue lo que se llama un auténtico “¡DÍA DE MIERDA!”
Me levanté muy pronto y me puse a estudiar un rato antes de poner en marcha el SUPER PLAN de la semana. Hacía ya tiempo que una profa me había dicho que tenía una amiga que participaba en carreras de perros con trineos y el sábado, había programada una en una zona de Irkutsk que, finalmente, no se celebró por falta de nieve pero, fue trasladada a Listvjanka.
Íbamos a ir la profa, la secre y yo, pero la amiga de la profa no participaba y la profa pasaba de ir, así que, después de semanas diciendo que quería ir, cuando me preguntaron que si iría con la secre en caso de que ella fuera (últimamente todo parece vincularme a ella), no podía negarme.
Quedamos a las 10.30 y a las 10hs recibí un sms diciendo que llegarían un poco más tarde.
Después otro en el que me comunicaban que “había un problema con el coche”. Y aquí, yo, en casa esperando, me vi dándoles ánimos telepáticamente al estilo Carlos Sáinz con su “trata de arrancarlo, por dios!!” Pero, como le pasó a él en aquella ocasión, nosotros, tampoco fuimos capaces de llegar a la meta.
En ese momento pensé en elaborar otro plan y, al mirar por la ventana… ¡qué DEPRESIÓOOOOOOOOOOOOOOOOOOON! Caía lo que nosotros llamamos, o al menos yo lo voy a llamar así, “agua-nieve” (porque este es un término que a mí me gusta mucho. Si no sabes lo que es, entonces utilizas este “agua-nieve” y seguro que no te equivocas… ¡algo de eso será!) El caso es que era un día “potencialmente deprimente” y yo, que tenía un plan ya irrealizable, me indigné: -“¿Es que en esta ciudad el alcalde no ha incluido en su programa electoral “SOL para los FINDES DE SEMANA? ¿Qué clase de gente habría de votarle entonces? O… ¿será Putin quién no autoriza?”
Cuando llegué al museo eran las 17.30hs y pensé: -“en hora y media seguro que me da tiempo a verlo…”. En hora y media sí pero… cerrando a las 18… Vamos, que decidí que no merecía la pena y pospuse la visita a otro día. Parecía estar TODO en mi contra, pero yo no me di por vencida.
Al lado del museo había una placita, así que me dirigí allí a imitar a los lugareños. Encontré un banco libre y allí que me senté. Saqué mi libro y me puse a leer. Pasados 5 minutos (a lo sumo), empecé a dejar de sentir las manos y vi que mis uñas había cobrado cierto color violáceo… y, entonces y sólo entonces, me acordé: - “Gloria, ¡que tú NO eres rusa!” Por un momento se me había olvidado… Allí que había plantado el culo en el banco, a 3ºC. Que vale que es temperatura positiva pero… ¿¡dónde vas alma de pollo!? ¿Qué pretendías? ¡¡Que son 3, no 23 los grados que hacían en la calle!!
En fin, que aunque indignada por la imposibilidad de no ser capaz de sacar adelante ningún plan, decidí no desistir. No quería estar en casa… era sábado, ¡SÁ-BA-DOOOOOOOO! Y me fui a tomar algo mientras leía mi libro (porque leer es algo que uno en casa no puede hacer…). Entonces yo, que siempre he dicho: - “¡Qué triste esa gente que se van solos a tomar algo…!” me di cuenta de que a lo mejor yo no me diferenciaba tanto de ellos… y, total, tras tanta desesperación, la verdad que no me importó demasiado porque pensé que, ese plan tan triste que yo estaba llevando a cabo, ese plan tan desesperado como la canción de Neruda, ¡era PERFECTO para UN DÍA DE MIERDA!
Torrijas
¡To-rri-jas, TO-RRI-JAS!
Y por esta santa semana que nos viene, ¡TORRIJAS! (Creo que esto fue lo más destacado del domingo).
Aunque había perdido el papel donde tenía apuntada la receta, con la llamada de la familia, la recuperé.
Como no tenía una bandeja, fui a pedírsela a Dani y ya de paso le capté. También decidí preparar leche gorda (de esa que tanto le gusta al amigo Álex), pero no me daban las manos, así que, al final Dani, que no tenía intención más que de mirar, ¡le tocó pringar!
La verdad que salieron MUY bien. Estaban bueníiiiiiiiiiisimas! Y es que, de verdad que los dulces de semana santa son los mejores. Ni roscón de reyes, ni turrones, ni huesos de santo ni nada de nada, ¡TORRIJAS!
Con la leche gorda no tuve tanta suerte… No deshice la harina antes de añadirla al agua hirviendo y… en vez de leche gorda parece más bien LECHE TUBERCULOSA, de todos los grumos que tiene…
El caso es que el sabor no es malo, pero… no es lo que debería, NI MUCHO MENOS…
Fotos de mis paseos mañaneros
El mercado y calles comerciales no madrugan...
En fin, una entrada tardía... pero es que ahora como trabajo menos días... pues tengo menos días de internet...
Feliz mitad de semana!
Un besete,
Gloria
El mercado y calles comerciales no madrugan...
Paseo matutino por el centro:
En fin, una entrada tardía... pero es que ahora como trabajo menos días... pues tengo menos días de internet...
Feliz mitad de semana!
Un besete,
Gloria
No sabia que vivias en una ciudad fantasma!! jejeje! Por cierto, que buena pinta esas torrijas! Y pensar que no sabias cocinar nada de nada!!
ResponderEliminar