2ª SEMANA EN TIERRAS RUSAS II (finde)

Mi 2º finde en Irkutsk estuve un poco amargada por eso de que tenía que trabajar el sábado, pero bueno, al final no resultó tan mal porque después de la clase me junté con Luis, Juan y Jacob (belga) y estuvimos comiendo al lado del río Angará

El tren
Habíamos decidido ir a Ulán Ude ese finde y los chicos me avisaron de que vendría una estudiante (a la que doy clase) con nosotros.
Esta noticia me deja… casi sin ganas porque… sí puede ser muy interesante ir con un local pero… el viaje pierde toda la emoción. Todas las pequeñas cosas que hacen de él una aventura desaparecen desde el momento en que existe una persona que te facilita todo el proceso: ya no compraremos el billete de tren por nosotros mismos, ya no hablaremos con los rusos en el tren, ya no encontraremos dificultades para llegar a los sitios, no nos perderemos en la ciudad… todo será fácil y de un “interés disminuido”.
A pesar de todo esto, lo que más me molesta, es que voy con el chip de que viene a practicar español (y a lo mejor viene simplemente para ayudarnos) y esto me recuerda a mis episodios del año pasado con Dima, donde era un 99% sólo pienso en mí, vamos a practicar español todo el día y un 1% yo, de verdad que me parece egoísta y se me quitan las ganas de todo, aunque, repito, ya iba con una idea preconcebida que no tenía por qué ajustarse a la realidad.
Los chicos no estaban listos a la hora e íbamos jodidis para coger el tren. Para más INRI nos deja tirados la marshutka que nos lleva a la estación de tren.
Estos son los trenes rusos por dentro, con el número de vagón y donde te dice si el baño está ocupado o no. (En este caso, no lo estaba).

En todos los vagones hay un depósito para el agua caliente. La gente normalmente lleva su propia taza (puede pedir una) y su té para coger agua de aquí. De agua normal, nada de nada. Ni si quiera la venden dentro, así que… mal lo llevaba yo…

Foto de la “sala de fumadores”, que no es más que el espacio que queda entre vagón y vagón. Aunque la verdad es que tienen el detalle de ponerles una cajita metálica para dejar las colillas…

En nuestro vagón… no sabía que existía una categoría inferior a la que yo siempre pido…
Yo siempre pido una en la que todo el mundo está en el mismo vagón, sin separaciones de puertas ni nada (плацкарт = platskart), cada uno con su camita.
Esta vez, con esta chica, pedimos algo llamado “обший” (= ovshi, o algo así), donde es como una categoría mayor a плацкарт, porque hay departamentos a lo largo de todo el vagón con 4 camas/departamento, pero donde, al ser la categoría más baja, se pueden meter tantas personas como hayan comprado ese billete. Vamos, que esto es lo que en mi pueblo se llama, de toda la vida OVER BOOKING! De todas formas, las camas de arriba (2) se pueden reservar en esta categoría para uno sólo.

A la izquierda platskart y a la derecha ovshi.
La verdad es que esta situación no es muy cómoda, pero… me doy con un canto en los dientes que tocábamos a una cama para cada 2 (y eso toda la noche de viaje!! De 22-06hs!)
Lo peor de todo, lo que ya me temía. Los rusos con los que compartíamos departamento, no hablaban con nosotras, hablaban con la rusa para preguntarle a ella de dónde somos, qué hacemos en Irkutsk, etc. De verdad que me fastidió mucho esta situación. No quiero que nadie hable por mí cuando puedo hacerlo por mi misma porque, ahora, eso por lo menos, puedo decirlo yo, no necesito un intérprete.

Ulán Ude
Cuando llegamos a Ulan Ude (yo había estado el año pasado con José), empezamos a andar y… andamos, andamos… Esta me preguntó que cómo había ido yo el año pasado al centro (acuérdate verás) y… aunque se lo dije, ella, que es de allí, no nos recondujo en ningún momento la ruta: yo esperaba que nos llevara ella y ella que les llevara yo. ¿Pero cómo les voy a llevar yo, que estuve una vez en mi vida hace un año, si ella vive allí? Después de, por lo menos 20´ de caminata, le pregunto que si sabe cuando hay que girar, porque… nos salimos de la ciudad! Y me dice que… cree que es mejor coger un bus… (Joder tía, ¿no lo puedes decir antes?). Pregunta por el taxi, tenemos que retroceder como 5´y cuando llegamos al bus, nos montamos y casi no nos da tiempo a posar el culo en la marshutka cuando nos dice: - ya hemos llegado! (¿Perdona? ¿Me estás diciendo que después de andar casi 1/2h, hemos cogido una marshutka para una parada? ¿Hemos cogido el transporte público por ahorrarnos 5´? ¿Los 5´que hemos empleado en retroceder hasta la parada? De verdad, ¿eh? ¡Me hierve la sangre! Pero… ¿se puede ser menos práctico?) En el centro:

Si en todas las ciudades rusas hay un monumento a Lenin, en Ulán Udé tienen la cabeza de Lenin más grande del mundo.

Después hicimos un descanso para desayunar y... este es otro capítulo:
Todos los españoles comen churros
Buscamos un sitio para desayunar y… ¡esta chica me mata! Esta es más o menos la conversación que se produce:
• en España todo el mundo desayuna churros, ¿no?
• … ¡no!
Resulta que la inocente, había leído un texto en clase en el que se decía que un Sr. Desayunaba churros todos los días y, claro… pues de la ficción, nos lo llevamos a la realidad y encima establecemos la regla general: -“TODOS los españoles desayunan churros TODOS los días”.
¡Hala, tócate un pie! Ya le tuvimos que decir: - pero vamos a ver ¿tú comes борщь (sopa) todos los días? (No puedo, de verdad, creí que me iba a dar un infarto y no eran ni las 10am).
Seguimos con el paseo. Esto es lo que vemos:

Tanques, de esto todo lo que quieras en todas las ciudades rusas.

Convento Ortodoxo de Ulán Ude.

Ulán Ude (Templos budistas = Datsán)
Yo entiendo que uno no sabe TODO de lo que se le pregunta aunque sea un dato de su ciudad o de su religión pero… ¿por qué si te pregunto qué es algo, me respondes que no lo sabes, que “eso” no debería estar allí? Si me dices que no debería estar allí, me da que pensar que sabes lo que es pero por “vergüenza” o lo que sea no me quieres decir lo que es. Y… ¿por qué si te pregunto qué pone en una placa de un monumento, me respondes que no lo sabes, cuando sólo tienes que leerlo? De verdad que, igual que ellos “no saben nada”, ¡yo no entiendo nada!
Los chicos se pelean con los de los souvenirs. Hemos llegado a la conclusión (aunque yo estoy ya lo tenía corroborado) de que la gente, NO quiere vender. De hecho, regateando para comprarnos una cara de buda (3 en 1), le dijimos a la Sra. Que lo habíamos visto en otro sitio más barato y lo que nos dijo fue: - ¡pues cómpralo allí! Es ACOJONANTE como esta gente, NO NECESITA vender.
Religión y negocio en una misma imagen y Datsán con todos los que fuimos.

Excursión al museo etnográfico (nos estamos inflando a coger la “Matrioshka”, como dice Juan), donde conseguimos una rebaja por estudiantes (aunque en mi tarjeta de la uni pone que soy profa…). Lo más interesante las casas siberianas y las evenkis.

En el tren de vuelta… esta vez, плацкарт, junto con todo el mundo, termino mi cena con un té que me ofrecen los compas (le añado mermelada casera de la suya) y… la verdad es que… porque no se les puede decir que no a los rusos pero… ¡qué ascamen! No quiero beber de su vasooooooooooooooooooooo… ¡¡¡HORROR!!!
La verdad es que son gente maja. Ni si quiera me echo a dormir en las 8hs del trayecto (entre el Sr. Luis, que luego dice que no raja, y el vecino…).

Interesante

Esta es la información que nos dió un vecino en el tren:
• El tren va con carbón, la luz es eléctrica y, cuando falla esta, a tirar del carbón.
• El vecino trabaja con petróleo en Vladivostok. Trabaja 3 meses y descansa 1 (no pagado). La empresa corre con los gastos de su alojamiento en Vladivostok, la comida, la ropa de trabajo.
• La zona de petróleo va desde Yakutsk-Khavarovsk-Vladivostok (Якутск-Хаваровск-Владивосток) y se perfora a una profundidad de 1000ms, explotándose la zona perforada entre 5-10 años.